viernes, 29 de marzo de 2013

ESTOY BIEN




Equivocarse es tan común como la existencia de la vida y tan fácil como darle clic a una imagen, es tan simple como ingresar a un link y con consecuencias tan grandes como el Internet.

Pero el problema no radica en ello, la vida está llena de situaciones paradójicas e hilarantes que hacerlo se ha vuelto parte de la esencia humana y mientras más uno se esfuerza, por razones obvias, más errores se cometerán.

Sin embargo la definición de error está dada por el grupo de personas que valoran la situación, así por ejemplo mientras que en Latinoamérica está mal visto que un hombre este casado con más de una mujer, en los países musulmanes es completamente natural que un hombre tenga tantas mujeres como su situación económica se lo permita. Quiero aclarar que no estoy a favor de la poligamia o cosas por el estilo, simplemente lo menciono como medio de referencia para poder intentar explicar los esquemas mentales.

Estos esquemas son ideas que se nos otorgan muy temprano en la vida, son “reglas” bajo las cuales vivimos, es decir, nos enseñan que existe un dios, que existen los países, que existe una frontera, que la vida tiene un significado, si bien es cierto muchas de estas ideas pueden ser adecuadas, hay muchos esquemas mentales que no lo son como  que los indios no tienen alma (miles de peruanos, colombianos, ecuatorianos, incas en general muertos, masacrados y esclavizado), los judíos son la causa de la desgracia (millones de inocentes muertos por el partido nazi), los musulmanes son paganos y asesinos (la guerra santa creada por la iglesia católica), los niños downs son peligrosos (perder la oportunidad de conocer el verdadero afecto) y así abría una infinidad de pensamientos que nos llevan a crear formas de protegernos a nosotros mismos.

Quizás me pregunten ¿Qué tiene todo esto que ver con equivocarse?

La respuesta es simple, supongamos que ustedes son ustedes mismo durante toda su vida, pero que por esas situaciones de la vida tan paradójicas y muchas veces hilarantes, ante los ojos de quienes deciden juzgarlos son otra cosa.

Y lastimosamente serán eso hasta que quien los juzgue así decida dejar de verlos.

¿No hay algo que se pueda hacer para demostrar quienes somos realmente?

Me gustaría poder responder que sí, pero no hay nada que se pueda hacer, pues la verdad somos lo que los demás ven de nosotros y lo que nosotros vemos en los demás, pero no importa que tan bien veas al resto, pues como te vean los demás es como se definirá tu esencia en este mundo y mientras más luches por salir de la forma en la que te adornan, mas frustrante será descubrir que te vas quedando solo y finalmente no serás nadie, pues nadie te podrá observar y así grites de dolor y vuelen flameando un estandarte en el pecho con la finalidad de darte a conocer, solo conseguirás golpearte contra la realidad del mundo al cual nunca pediste venir.

Muchas veces por eso digo que me hubiera gustado nacer en los 60 para al menos poder haber vivido la época hippie, o haber nacido junto con los ramones para haber disfrutado una de las mejores revoluciones musicales, muchas veces me hubiera gustado nacer artista para vivir en la bohemia alejado de la verdad que representaría, para plasmar cuerpos desnudos y edificios de mármol, muchas veces me hubiera gustado ser una cación…


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