Equivocarse es
tan común como la existencia de la vida y tan fácil como darle clic a una imagen,
es tan simple como ingresar a un link y con consecuencias tan grandes como el Internet.
Pero el
problema no radica en ello, la vida está llena de situaciones paradójicas e
hilarantes que hacerlo se ha vuelto parte de la esencia humana y mientras más
uno se esfuerza, por razones obvias, más errores se cometerán.
Sin embargo la
definición de error está dada por el grupo de personas que valoran la
situación, así por ejemplo mientras que en Latinoamérica está mal visto que un
hombre este casado con más de una mujer, en los países musulmanes es
completamente natural que un hombre tenga tantas mujeres como su situación económica
se lo permita. Quiero aclarar que no estoy a favor de la poligamia o cosas por
el estilo, simplemente lo menciono como medio de referencia para poder intentar
explicar los esquemas mentales.
Estos esquemas
son ideas que se nos otorgan muy temprano en la vida, son “reglas” bajo las
cuales vivimos, es decir, nos enseñan que existe un dios, que existen los países,
que existe una frontera, que la vida tiene un significado, si bien es cierto
muchas de estas ideas pueden ser adecuadas, hay muchos esquemas mentales que no
lo son como que los indios no tienen
alma (miles de peruanos, colombianos, ecuatorianos, incas en general muertos,
masacrados y esclavizado), los judíos son la causa de la desgracia (millones de
inocentes muertos por el partido nazi), los musulmanes son paganos y asesinos
(la guerra santa creada por la iglesia católica), los niños downs son
peligrosos (perder la oportunidad de conocer el verdadero afecto) y así abría
una infinidad de pensamientos que nos llevan a crear formas de protegernos a
nosotros mismos.
Quizás me
pregunten ¿Qué tiene todo esto que ver con equivocarse?
La respuesta
es simple, supongamos que ustedes son ustedes mismo durante toda su vida, pero
que por esas situaciones de la vida tan paradójicas y muchas veces hilarantes, ante
los ojos de quienes deciden juzgarlos son otra cosa.
Y lastimosamente
serán eso hasta que quien los juzgue así decida dejar de verlos.
¿No hay algo
que se pueda hacer para demostrar quienes somos realmente?
Me gustaría poder
responder que sí, pero no hay nada que se pueda hacer, pues la verdad somos lo
que los demás ven de nosotros y lo que nosotros vemos en los demás, pero no
importa que tan bien veas al resto, pues como te vean los demás es como se definirá
tu esencia en este mundo y mientras más luches por salir de la forma en la que
te adornan, mas frustrante será descubrir que te vas quedando solo y finalmente
no serás nadie, pues nadie te podrá observar y así grites de dolor y vuelen
flameando un estandarte en el pecho con la finalidad de darte a conocer, solo
conseguirás golpearte contra la realidad del mundo al cual nunca pediste venir.
Muchas veces
por eso digo que me hubiera gustado nacer en los 60 para al menos poder haber
vivido la época hippie, o haber nacido junto con los ramones para haber
disfrutado una de las mejores revoluciones musicales, muchas veces me hubiera
gustado nacer artista para vivir en la bohemia alejado de la verdad que
representaría, para plasmar cuerpos desnudos y edificios de mármol, muchas
veces me hubiera gustado ser una cación…
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