La tristeza, definitivamente el único momento en el cual
puedo desprenderme de mi ser y plasmarme en unas cuantas palabras, tan banas,
tan poco leídas, tan efímeras como la existencia de la vida en su tercera era.
¿Qué tan sincero soy? No lo sé, solo sé que se me hace fácil
expresar mi opinión lógica y sistemática, pero me resulta difícil poder
explicar cómo me siento ahora…
A nadie le gusta pasar por lo mismo dos veces, pero ningún
evento real es similar a otro, así que técnicamente nunca se viven dos veces
las mismas cosas, sin embargo la capacidad de asociación de la mente humana es
alucinante y su capacidad para generar escenas idénticas en eventos similares
genera las “marcas de la vida”. Estas “marcas de la vida” son los eventos que
nos pasaron antes y nos predisponen a un sentido crítico y a un prejuicio que en
el 80% de los caso estará errado, sin embargo, el culto popular no se basa en
reglas estadísticas, sino en la reglas de menos lo que conlleva a una paranoia
social y personal que se retroalimenta…
Y así nuevamente termine entendiéndome lógicamente….
Me gusta engreír, así como me gusta que me engrían, me gusta
estar atento a los sentimientos de quienes considero importantes, así como me
gusta que estén atentos a mis emociones….
Recuerdo todas las promesas que he hecho y todas las que me
han hecho… recuerdo cada palabra… extraño muchas cosas y anhelo muchas otras,
extraño personas en quienes una vez confié mis emociones…
Desearía que alguna vez entendieras que siento diferente…
Quisiera que pudieras ver lo que yo veo en lo que tu vez y dejar de ver lo que tu
vez en lo que yo veo…
Ojalá…
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